El martes 20 de marzo, el eurodiputado portugués Francisco Guerreiro organizó un intercambio de puntos de vista sobre el tema “UAP: Presentación de informes y evaluación científica en la Unión Europea”. Durante la conferencia, Edoardo Russo, Secretario del Centro Italiano Studi Ufologici (CISU), hizo un repaso histórico de los Fenómenos Anómalos No Identificados (UAP o FANI por sus siglas en español) en Europa.

En su introducción, E. Russo recordó que los FANI son un fenómeno mundial. La primera oleada registrada en Europa se refiere a los “cohetes fantasma” de 1946, avistados en Escandinavia y posteriormente en Italia y Grecia. En cuanto a la amplitud del fenómeno, las encuestas realizadas en toda Europa revelan que el 6,5% de la población afirma haber visto un ovni, lo que representa 29 millones de personas en Europa. Y parece que sólo 1 de cada 100 testigos informa de su avistamiento, ya que se han recogido 170.000 informes en Europa. Es más que en Estados Unidos.

No hay regularidad en los avistamientos de FANI: vienen en oleadas. La primera fue en 1950 y afectó a Bélgica, Italia, España y el Reino Unido. En otoño de 1954 se registraron miles de casos en Francia. Hubo varias oleadas a escala nacional: Reino Unido en 1967, España en 1968, Italia en 1973, Francia en 1974. Se han registrado “importantes oleadas de avistamientos de FANI” “en la mayoría de los países europeos a lo largo de los últimos 75 años”, insiste E. Russo. En 1978, Italia experimentó una importante oleada de avistamientos. Los pescadores, asustados, se negaron a salir al mar, y “se enviaron patrullas de policía para fotografiar extrañas luces en el cielo”. Las fuerzas aéreas se encargaron de recoger testimonios y se convirtió en un asunto nacional.

Tras investigación, alrededor del 95% de los ovnis son identificados y explicados por fenómenos naturales y humanos. Aun así, sigue habiendo miles de casos “anómalos” en toda Europa.

De un estudio realizado por el CISU se desprende que los testigos observan principalmente luces en el cielo nocturno (76%), y objetos lejanos que vuelan durante el día (16%). El 10% de los informes se refieren a encuentros cercanos (a menos de 150 metros del testigo). Estos informes son a la vez muy creíbles y extraños. Se refieren a avistamientos por parte de fuerzas armadas, efectos físicos temporales en el entorno, rastros en tierra y detecciones por radar. Más recientemente, hay informes de USO (Objetos Sumergidos No Identificados) (1%).

E. Russo hizo hincapié en el efecto social secundario, que ha sido objeto de estudios académicos en psicología, sociología y antropología. “Aunque no puedo hablar aquí y ahora de situaciones de pánico, nos queda un gran número de personas preguntándose qué han visto”. Pero nadie se encarga oficialmente de darles una respuesta, y los testigos se encuentran atrapados “entre los que les dicen que estaban borrachos y los que creen que sólo son visitantes extraterrestres”.

Las organizaciones que acogen a los testigos son organizaciones privadas, voluntarias, que intentan encontrar respuestas. En Europa existen decenas de asociaciones, algunas fundadas hace décadas. E. Russo dio algunos ejemplos: “la Asociación Nacional Británica se fundó en 1964, la organización catalano-española desde 1958, y la danesa desde 1957”.

Voluntarios apasionados recogen testimonios y realizan encuestas sobre el terreno. Recopilan y archivan documentación, y prestan apoyo a estudios e investigaciones. También participan en actividades de educación pública, conferencias y congresos. Los mayores archivos existentes se encuentran en Suecia, los “Archivos de lo Inexplicable”.

El ejército, como parte de su misión de control y defensa del espacio aéreo de cada país, recopila informes sobre los FANI, al igual que hizo el Proyecto Libro Azul en Estados Unidos. En la actualidad, diez países europeos han desclasificado total o parcialmente sus archivos militares sobre los FANI. Esto representa varios miles de informes disponibles para su estudio.

Sólo hay un ejemplo de organización gubernamental no militar en el mundo, y es francés: el GEIPAN. Creado por el CNES en 1977, este servicio público recoge testimonios, realiza investigaciones y comparte sus respuestas con el público.

A través de este repaso de las organizaciones existentes, E. Russo demostró la falta de compromiso institucional con el tema de los ovnis. Sin embargo, los políticos no han tardado en ocuparse del tema. Señaló que se han formulado preguntas parlamentarias en la mayoría de los países europeos desde al menos 1950. El Parlamento Europeo ya ha recibido nueve preguntas sobre el tema.

Sin embargo, en 1989, tras una oleada de avistamientos en Bélgica, Elio di Rupo, miembro del Parlamento Europeo, consiguió que la Comisión de Investigación Energética abriera una investigación. El científico italiano encargado del estudio propuso otorgar al GEPAN un estatuto europeo.

Las cosas no se hicieron, y hoy seguimos aquí.

“¿Qué hacemos al respecto?”, concluyó Edoardo Russo.

Transcripción completa

El contexto histórico europeo

Las FANI no son sólo un fenómeno estadounidense, como algunos pueden pensar o creer. Siempre ha sido un fenómeno global, con avistamientos y testimonios en todo el mundo. Europa siempre ha ocupado una posición central en cuanto a informes de avistamientos, incluso antes de que el público estadounidense descubriera los platillos volantes en el verano de 1947.

La primera oleada de avistamientos aéreos no identificados de la posguerra fueron los cohetes fantasma de Escandinavia, pero también de Italia, Grecia y los países mediterráneos en 1946. Y hay muchos testigos europeos. Usted se preguntará: “¿cuántos?”. Las encuestas de opinión plantean la pregunta (no tantas) “¿Vio usted un ovni?”. Tenemos algunos porcentajes aparentemente diferentes que ascienden a una media ponderada del 6,5% de personas que han visto ovnis. Si tenemos en cuenta los países de la Unión Europea, eso significa que hasta 29 millones de personas creen haber visto un FANI u OVNI, llámelo como quiera. No todos los testigos informan de sus avistamientos. Nuestras estimaciones son que menos del 1% de los testigos están dando un paso adelante y están informando de sus avistamientos, ya que las bases de datos de los casos recogidos por las organizaciones civiles UAP actualmente comprenden alrededor de 170.000 informes. ¿Es mucho? ¿Es poco? Es más que el número total de informes recogidos por nuestras organizaciones hermanas en los Estados Unidos de América. Estamos hablando de Europa en sentido geográfico, desde Portugal hasta Ucrania, desde Noruega hasta Malta. Los fenómenos aéreos no identificados no son regulares en sus apariciones. Los informes de avistamientos llegan en oleadas, con años ricos o pobres. La primera gran oleada de avistamientos se produjo en la primavera de 1950. Y fue realmente europea, afectando a varios países, Bélgica, Italia, España, el Reino Unido, y un pánico de FANI aún mayor tuvo lugar en el otoño de 1954 con miles de casos sobre todo en Francia, y así sucesivamente. Tuvimos las oleadas nacionales en el Reino Unido en 1967, en España 68, en Italia 73, en Francia 74. Oleadas importantes de avistamientos de FANI tuvieron lugar en la mayoría de los países europeos a lo largo de los últimos 75 años por fin. Mi propio país, Italia, sufrió una oleada de FANI tan fuerte a finales de 1978 que los pescadores se negaron a salir a pescar. Se enviaron patrullas de policía para fotografiar luces extrañas en el cielo. Se formularon preguntas parlamentarias y el gobierno encargó a las Fuerzas Aéreas italianas que iniciaran una recogida oficial de testimonios del público. Aquí puede ver uno de los ejemplos nacionales con los picos de avistamientos en determinados años y no en otros. Incluso si el 90, 95 incluso 98% de esos fenómenos europeos fueron posteriormente identificados y explicados con fenómenos naturales conocidos, u objetos creados por el hombre, que es precisamente la actividad de base de nosotros los investigadores de los FANI, nos queda un pequeño, pero no despreciable, residuo de casos anómalos que suman miles de FANI en el sentido más estricto, no identificados a escala europea.

¿Qué ve la gente?

La mayor parte de los avistamientos son luces distantes en el cielo: más del 75% de los informes son de objetos voladores distantes a la luz del día. Pero también tenemos informes más extraños y de mayor credibilidad de encuentros cercanos cuando el fenómeno no se aleja más de 150 metros del observador en aproximadamente el 10% de los casos. Esto es sólo una muestra nacional de Italia, unos 28.000 informes. Los casos especiales a los que me refiero pueden ser avistamientos de militares, pueden ser efectos físicos y temporales y efectos físicos en el entorno circundante. Informes de pilotos, de los que hemos estado hablando, que André (Jol) mencionó antes, rastros en tierra, casos de detección por radar. No podemos conseguir todos los casos de detección de radar, ya que una gran parte de ellos son casos militares, y no se nos da acceso a menos que haya alguna desclasificación de datos. Y, más recientemente, la atención se trasladó al mar. Y como ven, tenemos alrededor del 1% de los casos (en ese ámbito). Más o menos el 1% de los casos tienen que ver con USO u objetos submarinos. Y hay efectos secundarios sociales, que han sido objeto de estudios académicos por parte de psicólogos, sociólogos, antropólogos… Aunque no podemos hablar aquí de las situaciones de pánico reales, nos queda un gran número de personas preguntándose qué vieron. Millones de personas, que tienen derecho a una respuesta, si es que la hay, pero que no encuentran a nadie oficialmente encargado de dársela y se ven aplastados entre los que les dicen “estabas borracho”, y los que creen que sólo se trata de visitantes extraterrestres. Son las organizaciones privadas, los voluntarios, los únicos que se hacen cargo de estas personas de los testimonios, intentando encontrar y ofrecer respuestas a los testigos.

Son, somos, voluntarios no remunerados que hacen esto por pasión. Hay algunos cientos de investigadores privados con mentalidad seria que intentan aplicar un enfoque científico dentro de la Unión Europea. Y hay docenas de asociaciones racionales de ellos. Una en casi cada país europeo, algunas de ellas activas desde hace décadas. Basta pensar que la Asociación Nacional Británica se fundó en 1964; la española, en 1958, y la danesa, en 1957.

¿A qué se dedican? ¿Qué esta haciendo?

Recogen testimonios. Están haciendo investigación de campo, intentando encontrar la solución, pueden encontrar una explicación para la mayor parte de los testimonios. Nosotros estamos recopilando documentación, archivando y ofreciendo apoyo para el estudio y la investigación. No es asunto nuestro, de nosotros, voluntarios privados, hacer estudios científicos. Son los científicos quienes deben hacerlo.

Estamos haciendo una actividad de educación pública, conferencias, congresos, entrevistas. Pensad que el mayor archivo existente sobre ovnis en el mundo está en Suecia: “Los archivos de lo inexplicable”. Tradicionalmente, los militares han recogido informes sobre OVNIs dentro de su misión específica de controlar y defender el espacio aéreo de cada nación. La mayoría de los países europeos, si no todos, han tenido sus propios archivos militares de informes en su mayoría militares, al igual que en los EE.UU. Todos conocemos el Proyecto Libro Azul, pero algo parecido ha existido en todo el mundo, en casi todo el mundo y en casi todos los países europeos. Pero lo que quiero contar y subrayar es que hasta 10 países europeos han desclasificado los archivos militares del PAU o han abierto los archivos del PAU, en parte o en su totalidad, lo que supone ahora varios miles de informes disponibles para un estudio.

¿Qué pasa con otros países?

Hay entre 10 y 12 países que han hecho lo mismo. Quedémonos por ahora en Europa. En cuanto a las organizaciones no militares, como las gubernamentales, no hablo de voluntarios privados que recopilan análisis de informes del PAU cuando digo que la única, no sólo en Europa, sino en el mundo, está en Francia. En 1977, el Centro Nacional de Estudios Espaciales CNES, la NASA europea, creó el grupo de estudio sobre fenómenos aeroespaciales no identificados, el GEPAN. Su nombre cambió dos veces, ahora es GEIPAN. No sólo sigue activo, como demostró André, sino que sigue ofreciendo investigaciones únicamente al público francés, recogiendo testimonios, tratando de identificar las causas y ofreciendo esas respuestas al público. Volveremos a hablar con ellos.

¿Qué pasa con los políticos?

Bueno, han estado implicados desde el principio. En la mayoría de los países europeos se han formulado preguntas parlamentarias al menos desde 1950. Y el Parlamento Europeo también tiene las suyas. Puede que vea que aquí hay un sesgo recaudatorio porque hay demasiadas italianas. Pero demostramos que Francia tenía una buena colección que no se ha recogido adecuadamente. Y en cuanto a Europa, ¿puedo decir que Europa incluye al Reino Unido? Fíjese cuántos tienen. El Parlamento británico es especial: 110 preguntas parlamentarias desde 1950. No está nada mal. Y el Parlamento Europeo, nueve. Incluso si quitamos las dos preguntas de Francisco Guerrero que elevaron el total, son siete veces más. Pero no sólo preguntas. Tenemos un precedente.

En los últimos meses de 1989, Bélgica, país en el que nos encontramos, sufrió una fuerte oleada de avistamientos. Varios miles en un mes y medio que obligaron al grupo de estudio local del UAP, la SOBEPS, la Société Belge d’Etude des Phénomènes Spatiaux, a hacer una recopilación en dos volúmenes de varios cientos de páginas. Fue un diputado belga del Parlamento Europeo, yo diría que de origen italiano, Elio Di Rupo, que años más tarde llegó a ser Primer Ministro de Bélgica, el que hizo una pregunta y consiguió que la Comisión de Investigación y Tecnología Energéticas del Parlamento Europeo iniciara una investigación. El comité encargó a cualquier científico italiano, que fuera miembro del Parlamento en ese momento, que hiciera ese trabajo. Y ofreció una propuesta de resolución no creando una nueva oficina sino dando al GEPAN francés un estatuto europeo. Luego la acción tomó otro camino, la legislatura terminó, y se quedó así. Así que la pelota está una vez más aquí.

¿Qué hacemos al respecto? ¿Qué hacéis vosotros? No lo sabemos. Este es un panorama muy breve y rápido sobre la historia europea de la UAP y los Estudios Europeos.

PREGUNTAS Y RESPUESTAS

Me gustaría comentar algo porque hemos hablado del GEIPAN y usted ha mencionado una de las misiones. Lo que ha sido interesante en los últimos diez años, por fin, es que el GEIPAN, que es un organismo oficial, ha convocado al menos dos veces una conferencia, una reunión a puerta cerrada en la que participaban investigadores civiles. Eran algunos científicos, eran algunos investigadores de la UAP que se reunían para comparar metodologías sobre la recogida y el análisis de datos. Es un ejemplo que deberíamos seguir. Estoy seguro de que el GEIPAN va por este camino, pero cualquier otra oficina institucional, procedimiento, etc., podría beneficiarse, de los 70 años de experiencia y de conocimiento de los que han pasado, haciendo este trabajo de forma gratuita como voluntarios, porque es una gran cantidad de información y documentación que puede ser compartida, no sólo abrir otra oficina, como Ryan (Graves) estaba diciendo, la Oficina de Resolución de Anomalías de Todos los Dominios que no está hablando con nadie más. Ni siquiera sabemos lo que están haciendo concretamente, no podemos ver ningún resultado. Pero hay una gran base de conocimientos, extendida, que debería ser reunida y entregada a los científicos, que son los únicos que deberían ser capaces de hacer algo con eso. Podemos recopilar, lo hemos hecho y por eso es una buena manera de trabajar juntos.

Reseña de Kate Sellier y Guillaume Fournier Airaud

Este trabajo tiene licencia CC BY-NC-ND 4.0.CC BY-NC-ND 4.0